Cuando son nuevas te sientes como niño en dulcería, y cuando ya tienen muchos años contigo sientes un pesar enorme al tener que despedirte de ellas.
Pero, lo que no sabes es que no «tienes» que deshacerte de lo que más amas solo porque sientes que ya pasó a mejor vida.
Existe la forma de hacer que tus sandalias se queden contigo un montón de años más y es mantener una rutina de cuidados que no te quitará ni 15 minutos de tu tiempo.
No solo te sentirás bien contigo misma al «estrenar sandalias nuevas» cada que salgas de casa, sino que también tendrás la oportunidad de mantener un clóset ordenado con sandalias funcionales.
Sabemos que también se te hace todo un dolor de cabeza perder el tiempo escogiendo qué zapato sí y qué zapato no sirve.
Por esas dos razones quisimos escribir este texto para ti, en el que podrás escoger entre 7 formas de cuidar de tus sandalias sin morir en el intento.
¿Y qué es lo que necesitas para alargar la vida útil de tus sandalias?
Tener la disposición de conseguir buenos resultados y cambiándote el chip de que «tienes que gastar mucho dinero».
Pensar con practicidad te ayudará a resolver todo tipo de problemas, más cuando se trata de cuidar de tus sandalias. Ya que con poco logras mucho, y te lo vamos a demostrar más abajo.
Tampoco es necesario que busques a un zapatero para que te haga ese trabajo, lo ideal es que ni tengas que perder mucho tiempo ni tengas que salir de casa (en estos tiempos tan cruciales para tu salud).
Así que echa un vistazo a qué tipo de materiales puedes tener en casa:
- Un espacio en tu armario solo para tus sandalias: son de los calzados más delicados de tu clóset, tanto por su material de fabricación como la forma en la que están hechas. Por eso es importante que hagas espacio solo para las sandalias que tengas. Así podrás protegerlas del peso y sucio de los demás zapatos.
- Calzadores y hormas: los primeros ayudan a que al ponerte las sandalias éstas no se deformen y las segundas ayudan a mantener la forma de la sandalia incluso estando en el clóset; además de lograr que ni se quiebren ni de desgasten sus costuras (en caso de tenerlas). Pero ojo, si no consigues hormas puedes crear una propia con papel sin color y sin tinta para evitar manchas en el interior de las sandalias y cinta adhesiva.
- Herramientas de limpieza: jabón sin color, cepillo de dientes de cerdas suaves, pañitos, betún, vaselina o crema humectante. Es bueno que luego de usar tus sandalias, las limpies antes de meterlas al clóset. Así como pones a lavar la ropa es importante cuidar de tus sandalias y limpiarlas.
Antes de comenzar con nuestras recomendaciones nos gustaría decirte que el éxito de tu rutina de cuidados puede verse condicionado tanto por la calidad del material con el que están fabricadas tus sandalias como por la forma del calzado.
No es lo mismo limpiar unas sandalias de plástico que unas de cuero, por lo que también es recomendable que te sinceres contigo misma y veas qué sandalias sí pueden entrar en un top de lo más útil y lo menos útil de tu armario.
Ahora sí, las 7 formas de cuidar de tus sandalias sin tener que gastar ni un euro.
Dales un tiempo de descanso
Imagina que llegas a casa de haber corrido 20 minutos y tienes solo 15 minutos para prepararte para otra carrera fuera, ¿soportarías ese ritmo?
Créenos que así como te sentirías tú se sentirán tus sandalias si no las dejas descansar, y si no lo haces en el lugar adecuado.
Sobre todo si se trata de sandalias de piel y no de un material sintético, dependiendo del clima pueden estirarse o volverse rígidas.
Es por ello que deben descansar, cada que llegues a casa y en intervalos de tiempo de días. Es bueno que les des un break de varios días antes de volver a usarlas.
Y por supuesto no exponer al calzado a contrastes de temperaturas, por ejemplo, si las usas en casa y hay un clima cálido porque usas calentador, pero fuera de casa el clima es frío y debes ir a por el pan; es bueno que al regresar coloques las sandalias en un lugar cuya temperatura se aproxime al clima al que ya se habían acostumbrado.
¿Llegaste a pensar que tus sandalias no te quedaban en otoño tal y como te solían quedar en verano?
Tranquila, no eres tú, son ellas.
Logra que mantengan su forma gracias al uso de las hormas
Es un truco milenario que ni dejará de pasar de moda, ni dejará de ser funcional.
Y es que las hormas alargan la vida útil de tus sandalias.
Puedes pedir un par en Amazon, (más abajo te dejamos un enlace) o puedes hacer las tuyas en casa con papel periódico, cinta adhesiva y bastante paciencia.
Lo ideal es que moldees con varias hojas de papel una forma que sea lo más aproximada posible a la proporción de tu pie, para que la sandalia tenga un molde exacto de cómo tiene que mantenerse.
Luego usarás toda la cinta adhesiva que sea necesaria para cubrir el papel por completo, es importante que lo cubra del todo ya que la tinta puede llegar a manchar la sandalia en su interior.
Límpialas cada vez que las uses
Piensa en lo práctico que puede llegar a ser este consejo si cada mañana te ahorras al menos 5 minutos de tu tiempo que suele tomarte el limpiar el calzado que te vas a poner.
Así como te enseñaron tus mayores hace mucho tiempo: la mejor forma de cuidar de tus sandalias es limpiarlas cada que las vayas a guardar en el clóset.
Haz uso de un calzador cada que las vayas a usar
Existen modelos de sandalias en tu clóset con las que no lo necesitarás, con otras sí. Por eso es importante tener uno a la mano.
Seguro ya estás recordando las veces que te has puesto las sandalias sin quitarles el broche, el velcro o la cinta…
Evita usarlas todos los días
Aunque sean tus favoritas, aunque sean el único par de ese color, aunque las hayas comprado solo para ese fin: evita usarlas todos los días.
Sabemos lo irresistible que fue para ti encontrar ese par ideal y llevarlo 24/7.
Y a pesar de que sabemos que quizá no tengas un buen presupuesto para tener al menos los pares de sandalias/zapatos básicos que toda mujer debe tener en el clóset; es importante que tengas un par de respaldo parecido a esas sandalias que tienes pensado llevar toods los días.
La razón es simple, y es que a mayor uso mayor es la probabilidad de que se estiren, deformen, ablanden o rompan.
Acondiciona un espacio solo para ellas
Este mismo consejo te lo contábamos en este otro texto, y te lo recordamos esta vez nuevamente.
Es importante que cada zapato dentro de tu clóset tenga un espacio destinado sólo para él, tanto porque así evitas que los más pesados reposen sobre los más delicados como también logras que el sucio que pueda impregnarse de la calle como el lodo por ejemplo, no se esparsa por todos lados.
Recuerda además que el contacto o roce de diferentes materiales puede provocar desgaste en las sandalias aunque estén nuevas o no las hayas usado por años.

Hidrátalas de vez en cuando
Haz todo lo posible para que el material se mantenga intacto tal y como lo haría al salir de la tienda.
Así sea de cuero, semisintética, sintética o 100% tela: debes hidratarlas así como lo harías con tu piel cada que sales de la ducha.
Con ello lograrás extender su tiempo de vida útil.
¿Llegaste hasta aquí y sientes que tienes el octavo consejo con esa técnica que siempre te sirve para cuidar de tus sandalias?
Cuéntalo todo en comentarios y detalle a detalle, para que así nadie de la comunidad se quede sin su tip extra.
P.D.: ¿Ya nos sigues en Pinterest? siempre estamos actualizando las colecciones para que tengas de dónde sacar ideas cuando vayas a comprar tus sandalias, (o para las veces que quieras mostrar a tus seres queridos qué regalo quieres para tu próximo cumpleaños).